El invierno permanece. Los animales se dirigen al norte, donde se suceden extraños fenómenos, en una migración desesperada que puede interpretarse como una huida, la respuesta a una llamada o el ataque a una amenaza todavía invisible. Nadie encuentra explicación a este éxodo ni al frío que avanza. Una antigua embarcación, de nombre Esperanza, es enviada al norte. En sus bodegas viajan hombres, mujeres y niños de todas las razas y nacionalidades. Algunos creen que se convertirán en ofrendas, otros en embajadores y unos pocos sostienen que navegan en un arca, como la semilla de un nuevo mundo.