Miguel de Cervantes es el escritor más conocido de todos los tiempos. Sin embargo su vida
siempre ha sido un misterio. Fernando Penco ha realizado un estudio minucioso que
consigue aportar datos desconocidos hasta el momento.
Este libro que el lector tiene en sus manos confirma el origen judeoconverso del autor del
Quijote y saca a la luz, por primera vez del original, un manuscrito de 1497 en el que
Mencía Fernández, hija del condenado Ruy Díaz de Torreblanca —tatarabuelo de
Miguel—, pagaba 375 maravedís ante el Tribunal de la Inquisición de Córdoba para
reconciliarse y poder así huir de la implacable realidad de una metrópoli en la que, poco
después, iba a llevarse a cabo el Auto de fe más cruento que se conoce.
En Un país llamado Cervantes: el origen judeoconverso del escritor, el narrador, que inicia
su periplo en El Toboso y que recorre los caminos en los que Cervantes imaginó a don
Quijote en un viaje apasionante e intemporal que no abandona la senda del saber, nos
adentra asimismo en las perdidas aldeas de La Mancha, en los castillos de Castilla o bajo los
arcos y contrarrestos de las sinagogas clandestinas de la Córdoba Bajomedieval, donde los
ascendientes de Miguel de Cervantes practicaron la fe mosaica, secretamente.
AUTOR
Escritor e historiador, se dedica profesionalmente a la Arqueología. Ha publicado diversos trabajos con Almuzara, entre los que se cuentan ensayos
y libros de viaje. Además, ha participado en varios proyectos internacionales de museografía y cinematográficos. Como investigador, descubre en
mayo de 2009, junto con el fotógrafo Juan Obrero, el lugar en el que Robert Capa realizó Muerte de un miliciano, icono de la Guerra Civil
Española e imagen con la que nace el fotoperiodismo moderno. Fruto de ese intenso trabajo es La foto de Capa, libro que publica con Paso de
Cebra Ediciones, en 2011. Premio Nacional Nueva Gente de Narrativa otorgado por la Asociación de Escritores y Artistas Españoles (1999) por su
obra de ficción: El cráneo, y siete breves narraciones (Morandi, 1998), desde 2014 ha centrado sus estudios en Miguel de Cervantes, lo que le lleva a
colaborar con varios miembros del Equipo de las Trinitarias de Madrid. En enero de 2017, basándose en artículos especializados y de la mano de la
paleógrafa Pilar Hernández, tropieza con un manuscrito de 1497 que demuestra por completo la ascendencia judeoconversa del creador de la
novela moderna.