La música disco fue el vehículo expresivo que daba voz y solaz a minorías marginadas. Un estandarte de liberación
para muchos de ellos. Un generador de subculturas urbanas y una factoría de canciones y álbumes inapelables. Y la
proliferación de grandes discotecas en ciudades como Nueva York, su principal fermento y teatro de los sueños de
toda una generación.Esta completa guía no solo servirá al lector para abrirle posibles itinerarios en el caso de que sean
profanos en la materia, sino también como un buen repaso a las conexiones geográficas e intergeneracionales, muchas
veces sorprendentes, que la música disco ha ido procurando a lo ancho del mundo en las últimas cinco décadas