Las universidades son el alma de un país. Educan a sus estudiantes en competencias y valores para un futuro mejor. Son motor económico, generan conocimiento y dirigen a la sociedad hacia un mundo más igual y más justo. Una educación superior de calidad asegura el libre desarrollo de la personalidad para que el país cuente con ciudadanos libres y bien formados cuyas carreras profesionales contribuyan al interés general. La universidad acompaña a los jóvenes al inicio de su vida laboral y posibilita el aprendizaje a lo largo de la vida.