Elegías del inocente y el maldito, Reiniel Pérez Ventura compone y prorroga un torrencial linaje de poeta que cree en la magia súbita del idioma, donde las sílabas nos dicen, navegando el azar jubiloso, y por, tanto, el cerrado enigma. Aquí nos regala un largo horizonte de elegías, un género de abolengo clásico que él reinaugura bajo la felicidad del lenguaje libérrimo, cuya jerarquía trae a la emoción nuevos mares misteriosos y añadiduras hechizadas, entre la partitura de lo excesivo y la legislación de lo invisible. Leerle es asistir a un río, subir a dañadas lejanías, irse a la catástrofe de la lírica belleza, donde nunca la palabra se ultima. Ángel Antonio Herrera