A vueltas con la luna, Lucía entiende la escritura como una forma de catarsis. Mientras traza el ritmo de un poema, vive un proceso de purificación emocional. La poesía es para Lucía un género de confesión, una manera de trabajar la voz personal y ganar iluminación. Las herramientas poéticas nos ayudan a cincelar el carácter. Quienes se adentran en una odisea de transformación personal necesitan comprender lo que están viviendo o lo que han vivido para iluminar su interior. Lucía entiende la poesía como parte de un trabajo para reforzar el Yo sin olvidar el mundo.