La villa de Canfranc situada al principio del Camino de Santiago en el Pirineo aragonés, encierra entre sus calles, casas y territorio una historia acumulada desde antes del siglo X. Con este trabajo de recopilación se intenta que parte de su historia no caiga en el olvido.
La notoriedad se la lleva hoy el núcleo de Los Arañones con el magno edificio que fue Estación internacional, donde desde noviembre de 1942 a agosto de 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, la presencia de aduaneros alemanes, en lugar de franceses, condicionaron la vida de la localidad.
El gran incendio de Canfranc y el traslado de casi la totalidad de población a Los Arañones fue el comienzo de la decadencia de la villa. Por otro lado, los proyectos ferroviarios y la nueva estructuración del entorno y del edificio se van abriendo paso. Sin embargo, el viejo Canfranc, la villa de Canfranc, sigue presente.