Encarnación Ferré nos invita a realizar un viaje inaudito en el que las palabras toman vida para mostrarnos las luces y las sombras que habitan en nuestro interior. Con estas dos novelas cortas y su Poema de invierno, su leguaje nos traslada en el tiempo a esa rica construcción de diálogos y relatos que mostraron nuestros clásicos del siglo XVI; aunque su pensamiento no pierde actualidad e intenta que volvamos a valorar las virtudes del Humanismo. Ni en su prosa ni en su verso tienen valor el tiempo y el espacio; es el sentimiento, todo lo que brota dentro de nosotros mismos para poder dar un sentido a nuestra vida.