El sueño de Kil es, por encima de otras consideraciones, la historia de Marcel Llompart y Octavi Serret que triunfan con la explotación de dos negocios, uno de cestería y otro de librería, en una tierra donde pocos confiaban en ellos. El primero es personaje de ficción y el segundo real. La ficción de Llompart es un homenaje a la realidad de Serret. Los dos protagonizan estas crónicas noveladas sobre la comarca histórica del Bajo Aragón, escritas por Pere Rebled entre el otoño de 2013 y la primavera de 2014. Desde el presente se mira al pasado del último siglo, a los cien años transcurridos desde la celebración de un día del árbol de espíritu regeneracionista en Valderrobres; desde el descubrimiento de la pinturas rupestres de la Val del Charco del Agua Amarga, la construcción polémica de una plaza de toros, la llegada de la electricidad, la apertura de las primeras carreteras o la circulación de los novedosos autobuses de línea para viajeros. Las crónicas de Rebled recuerdan un ayer cercano envueltas en una actualidad de contrastes entre el ruido de los tambores y los motores de un circuito internacional de competiciones deportivas y el silencio de los sabios humanistas de un instituto con escasos precedentes; entre los fervores religiosos de las cofradías tradicionales de Semana Santa y las deliberaciones de los cofrades laicos de -El Pradillo-. Todo resulta posible en una tierra de convivencia tensa e intensa donde un cestero vuela a dos mil metros sobre el suelo y un librero vive de vender libros en una población que no alcanza los 3.000 habitantes. Y todo termina en el sueño convulso que Kil Bayod, -un joven metafísico, natural de La Vimenera, estudioso del existencialismo de Haideger-, vive mientras duerme en la buhardilla del Mas de Valdejerique.