John Williams cuenta en esta novela la vida de un oscuro académico a lo largo de décadas de trabajo y acontecimientos más o menos nimios en una oscura universidad norteamericana. Stoner, el héroe por así decirlo, es un hombre común, alejado de cualquier atisbo de brillantez evidente. Williams relata su vida con sencillez pasmosa, sin aspavientos ni "genialidades literarias". Escribe con una honestidad devastadora, logrando que Stoner acabe siendo la biografía de cada uno de nosotros, que en él nos reconozcamos, en sus alegrías y en sus agonías cotidianas. Stoner solo puede ser el resultado de una sabiduría de lo humano sobrecogedora y emocionante. Por eso su lectura sobrecoge, por eso hablamos de una retrato magistral cincelado una vida común en la que brilla el tesoro de la maravilla, por eso hablamos de un libro y de un personaje inolvidables que llevan a la perplejidad. A qué perplejidad? A la de que este libro genial no sea muy, muy conocido, y su autor tenido por uno de los grandes de la literatura norteamericana del siglo XX.