Las bibliotecas privadas de los escritores siempre generan intriga. Qué fragmentos subrayaron, qué caprichos atesoran, qué anotaron en los márgenes forma parte de un fuera de campo que no solemos conocer de primera mano. Ahí radica uno de los magnetismos de Según, un experimento atípico en el que el autor no solo nos permite acceder a sus lecturas, sino que son ellas las que le permiten a él acceder al acto mismo de la escritura. El narrador protagonista de este relato polifónico, si es que podemos llamarlo así, es alguien...