La idea que subyace en el proceso de la transmutación alquímica es básicamente la muerte de una sustancia determinada y su resurrección o renacimiento como otra sustancia distinta, más perfecta, y más noble. Cuando los alquimistas se referían a este proceso lo hacían aludiendo a sustancias metálicas, las cuales, al estar referidas a sus cualidades sóficas estaban mencionando a las cualidades del alma, cualidades que se expresan en el carácter del hombre.El hombre puede compararse a un metal con muchas impurezas, susceptible de ser transformado en oro por efecto de la Piedra Filosofal, la cual he manifestado de forma explícita que está formada fundamentalmente de mercurio. El cuerpo físico humano, entendiendo éste no