Los niños y niñas de ahora van a tantas actividades extraescolares –deportes, idiomas, aprendizajes artísticos, mindfulness – que no tienen tiempo para jugar. Pero jugar es el patrimonio de la infancia, su forma de vida, además de la mejor «extraescolar» que pueden realizar para aprender y crecer. Por eso, los protagonistas de esta historia se van a rebelar. Veremos quién gana esta partida.