Hay animales carnívoros, omnívoros y vegetarianos. Ni todos los animales ni todas las personas comen lo mismo. Pero las personas son los únicos animales que cocinan su comida. A lo largo de la historia, diferentes sociedades han desarrollado distintos gustos y hábitos alimentarios: en Camerún comen saltamontes, en Tailandia, ratas, y nosotros comemos conejos. Pero también dentro de nuestra sociedad y nuestra cultura hay hábitos alimentarios muy diferentes: hay personas que comen carne, otras que no; personas que siguen una dieta, otras que no. A lo largo de la vida, una persona come cosas muy distintas, porque va cambiando sus gustos y necesidades según la etapa de desarrollo en que se encuentra. Los niños necesitan más calorías que un adulto, y por lo tanto es normal que tengan una mayor tendencia a consumir alimentos dulces. Hay personas que comen con la familia, otras que no; personas que comen con prisa, delante de la tele, en la bañera o en la cama; unas comen con las manos, otras con palillos y sólo una décima parte de la población mundial come con cuchillo y tenedor.