Cornelio Carbajal vive en su retiro voluntario de Ginebra, ajeno a los convulsos estertores de un mundo en guerra. Esta paz se verá bruscamente alterada por una carta que firma Edda Mussolini y que le es enviada desde la isla de Lipari, donde ha sido recluida por su padre el dictador fascista Be-nito Mussolini quien a su vez asiste al derrumbamiento de su precaria Republica Social Italiana. En la misiva, la hija del Duce y viuda del conde Ciano, le so-licita socorro urgente para abandonar su encierro y reunirse con él en Suiza. Cornelio Carbajal no tiene más remedio que mandar aviso a su antiguo colaborador Paolo Marchiandi, miembro en su día de los camisas negras fascistas, con el que trazará un plan para ayudar a huir a Edda de su confina-miento forzoso.
Con Edda Mussolini no sólo llegará la perspectiva de ras-trear la fortuna que Galeazzo Ciano habría invertido en em-presas textiles en Argentina, además trae en su poder las me-morias manuscritas del otrora ministro de Exteriores, en las que cruelmente se retrata a los políticos más importantes del momento y a los que conoció merced a sus importantes car-gos. La búsqueda del cuantioso legado los llevará primero a la ciudad de Lisboa, para luego en un largo periplo, viajar has-ta Buenos Aires, Montevideo y finalmente a La Habana. Mientras, los servicios secretos de los países en guerra, per-seguirán incansables a ambos compañeros, con el fin de ha-cerse con los diarios que en caso de ser publicados constitui-rían una peligrosa convulsión política.