Según el diccionario de la Real Academia Española (a la que Diego perteneció desde febrero de 1948), un aviario es una «colección de aves distintas, ya vivas, ya disecadas, ordenada para su exhibición o estudio». Tal vez algún día pueda publicarse el frondoso y agitado «aviario general» de Diego, pero de momento aquí va una rigurosa selección de cincuenta y cinco poemas entre los que también hay «aves distintas» desde un punto de vista formal: hay sonetos y romances, sí, pero también veremos, por utilizar términos goyescos, caprichos y disparates. Y hay poemas importantes barajados con versos muy anecdóticos o de circunstancias.
Y así, de un modo muy reducido y abiertamente monográfico, vuelve a quedar de manifiesto la asombrosa variedad que habitó en la voluminosa, estimulante y colorida poesía del santanderino, que quedó y queda, ante todo, como el monumental testimonio de una vida curiosa. Una vida y una poesía que siempre buscaron las alturas.
Juan Marqués
En la glorieta de Legazpi de Madrid, y en marzo de 2025