Segundo libro de una trilogía centrada en la oración ignaciana, este volumen desarrolla de forma estructurada los elementos que articulan el método propio de san Ignacio. Expone con rigor histórico y profundidad teológica la riqueza de modos y recursos de esta tradición, haciendo hincapié en su pedagogía y adaptabilidad a distintos contextos. Una invitación a adentrarse en una tradición viva, que une interioridad y acción, y ofrece caminos reales para orar desde la experiencia, el deseo de sentido y el compromiso con los demás. Toda una obra de referencia para quienes buscan comprender y vivir la oración como proceso dinámico y transformador.