Los Diarios de Andrés Sánchez Robayna se inscriben en la tradición de los diarios de escritor que -de Gide a Jünger, de Kafka a Green- son la otra faz de una obra literaria y, a la vez, el testimonio íntimo de un tiempo histórico colectivo. Desde el apunte lírico hasta la denuncia política, desde la exploración de lo cotidiano hasta el análisis del presente de nuestras sociedades, y en tonos que van de la elegía a la sátira, Mundo, año, hombre es el volumen más amplio publicado hasta hoy de la que ha sido considerada -desde la aparición de su primera entrega en 1996- una monumental compilación diarística. Sánchez Robayna concibe el Diario no como confesión, sino como memorial, e incluso como una forma peculiar del arte de la memoria. Unas páginas que aspiran a registrar tanto las mutaciones del mundo exterior como lo que cambia en nosotros, con nosotros. De ahí que, como señala el autor mismo, estos Diarios sean a la vez testimonio y crítica, una expresión de pensamiento y vida, inseparables. Asistimos aquí a la manifestación de la -concreción arrebatadora- del pensamiento y de la experiencia. Se trata, en suma, de apresar la sustancia del tiempo, su carnalidad, porque el Diario es un combate contra el tiempo y es, a la vez, una expresión del tiempo mismo.