El final de la Guerra Civil significó la derrota del movimiento obrero. No solo porque en el campo de batalla la República fue derrotada, sino porque los principios sobre los que se había sustentado la lucha obrera en España desde la llegada de la Primera Internacional habían sido derrotados por la fuerza de las armas. El movimiento obrero en Alcalá de Henares aúna dos cuestiones de importancia, que se repite también en otros puntos de España: Es un factor imprescindible para conocer y entender la modernización de la sociedad. A falta de una revolución liberal que nunca llegó a concluir en España y de agentes de modernización y democratización, el movimiento obrero ocupa ese lugar. El movimiento obrero fue el único garante de la defensa de los pocos derechos que se fueron concediendo a los trabajadores a través de su propia lucha.