Si Residuos refleja la experiencia en prisión en 1969 - una de las muchas que sufrió Álvaro Alves con la dictadura instalada en su país - con sus secuelas de dolor y desesperanza, expresadas mediante un lenguaje irracional y a veces surrealista, en Motivos ajenos la poesía es «el arma que nos salva de nosotros mismos, del instinto de destrucción cuando del mundo no se espera más que hastío y soledad».