A diferencia de otras muchas poblaciones italianas, Milán no seduce a primera vista. No lo pretende, ni tampoco lo necesita. Es consciente de ser en muchos aspectos la ciudad más poderosa y atractiva del país. Y sólo hay que pasar unas horas por sus calles para descubrirlo. Sus monumentos no pueden ser más espectaculares y ahí está el Duomo para demostrarlo. Cuenta con algunas de las pinacotecas y museos más importantes del mundo. Ideadas para pequeñas escapadas, las guías Gente Viajera, han sido concebidas para que el visitante aproveche al máximo su viaje.