Memorias de Adriano cuenta en primera persona la vida y obra del Emperador Romano Adriano que sucedió en el siglo II d.c. a Trajano al frente del Imperio, la ausencia de diálogos hacen desde el principio que no sea una obra recomendable para los amantes de la lectura ágil y entretenida. Las primeras páginas de la obra son meras divagaciones del emperador que se hacen realmente pastosas pese a estar muy bien escritas y en mi opinión carecen de fundamento histórico, creo que resulta imposible meterse en la cabeza de alguien que vivió hace casi 2.000 años, parece más un intento de la autora de demostrar su destreza literaria que de su capacidad de contar una historia.
El resto de la novela podría dividirse en dos partes, las vicisitudes del Imperio Romano con Trajano al frente, una época de conquistas y batallas en el que fuera ultimo gran conquistador del Imperio, y la vida, obra, pensamientos y sentimientos de Adriano, un gran gobernador y gestor que se dedico a consolidar las fronteras del Imperio dentro de lo razonablemente defendible y que paso más tiempo en el extranjero valorando las defensas contra los pueblos bárbaros que en Roma.