Dicen los viejos lobos de mar que, por debajo de los 40 grados de latitud sur, no hay ley, pero que, por debajo de los 50 grados, ni siquiera hay Dios". Así comienza la trepidante aventura de un historiador riojano en paro en plena Antártida. Una de las últimas fronteras del planeta, un lugar extremo y brutal, tumba de héroes como Shackleton o Scott, que harán que el protagonista se sienta "un híbrido entre Cristóbal Colón y un astronauta.
Durante diez días tanto él como sus dos compañeros de aventuras, una productora y un camarógrafo uruguayos, lidiarán con los elementos, el relieve, el insomnio y la naturaleza humana en pos de rodar un documental que haga honor a la grandeza de la gran Madre Blanca.
Por el camino volarán en un Hércules del ejército uruguayo, navegarán entre icebergs colosales, se rodearán de pingüinos, elefantes, lobos marinos, escúas y petreles... y también de militares, operarios de las bases y científicos.