Es raro encontrar un clásico espiritual que contenta el poder de transformar la conciencia de muchas generaciones posteriores. Es el caso de esta obra extraordinaria, fruto de la sensibilidad de un discípulo que ha sabido conservar intacta en la memoria la inspirada interpretación de la más grande escritura de la India, dada por su maestro, Paramhansa Yogananda.
Una vez más el discípulo supo recoger la esencia de la obra de su gurú, inspirada por la divinidad. Mientras escribía este libro había dicho Yogananda sentía que no era mío. Vino totalmente de Dios. No es filosofía, es pura sabiduría .