La autora declara que su novela está escrita para preservar los nombres y lugares del pueblo Ndowé en un formato de novela amorosa, aunque aclara que no todos los nombres son de personas reales. Algunos están dedicados a personas de su entorno por la singularidad de sus nombres. Aunque la trama es completamente ficticia, cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia. La obra combina el estilo narrativo en las lenguas Ndowé y las formas modernas de narrar, con personajes, lugares y una trama propia de los cuentos de los pueblos Ndowé—Bomanga. El discurso es femenino, con añoranza de un pasado idealizado. Los personajes muestran sus deseos, luchas y confusiones abiertamente, con un deseo de progreso y avance. La amistad y la solidaridad son recursos emocionales para madurar y crecer en soledad. Aunque la familia está presente, la idea de crecimiento implica dejar el hogar. En las parejas del libro, son las mujeres quienes toman las decisiones, mostrando una imagen de la mujer Ndowé como inteligente, sensible, valiente y resolutiva.