Iker Marcaide ha sido el artífice en apenas 15 años de una magna obra empresarial que, si bien seguirá creciendo y ganando trascendencia dado que apenas tiene 42 años y muchos proyectos en pleno desarrollo, ha generado ya un impacto tan fuerte que hemos juzgado que la sociedad no podía esperar más para conocerla. Sin haber cumplido la treintena, Iker creó mientras cursaba dos masters en el MIT, una firma (peerTransfer, más tarde Flywire) que fue valorada en 2010 como la startup más prometedora a nivel mundial, al tiempo que él mismo era reconocido como uno de los jóvenes talentos que por su innovación podían dar respuestas a los retos de la sociedad. Tales expectativas se hicieron pronto realidad y su proyecto se convirtió en uno de los primeros unicornios digitales españoles y en la primera startup tecnológica de origen español en entrar en el Nasdaq.