en hotel luz de crimen, segundo volumen de su "trilogía alpina", werner kofler juega al gato y al ratón con el lector a lo largo de "tres prosas", aparentemente independientes.
en la primera, "conjeturas acerca de la reina de la noche", kofler narra la suerte reservada a seis cantantes de la flauta mágica durante el período nazi de manera formalmente clásica.
en la segunda parte, "hotel luz de crimen", un narrador psíquicamente perturbado intenta reconstruir por medio de comunicados contradictorios de los medios un crimen que él ha cometido.
en la tercera, titulada "autoobservación encubierta", kofler sigue a un escritor alojado en la casa de la literatura en berlín y observado por el narrador, una especie de detective, desde una habitación de hotel situada al otro lado de la calle. el observado y el observador se convertirán en una sola persona.