La estratégica ubicación de Zaragoza dentro de la Península Ibérica, como punto de enlace entre la meseta y las regiones mediterráneas y pirenaicas ha permitido -primeramente con los aeródromos (Valdespartera, Sanjurjo y Valenzuela) y posteriormente con la construcción del aeropuerto- que su desarrollo haya estado íntimamente ligado a la aviación como nudo de comunicaciones con el resto de la nación.
Muchos han sido los avatares, no exentos de anécdotas, que desde los inicios de la aviación, allá por el año 1910, han acontecido en la historia de su aeropuerto, siempre tan ligada a la de su base aérea. Su crecimiento ha sido pausado, pero continuo, centrado fundamentalmente en sus conexiones con Barcelona y Madrid. Poco a poco con el establecimiento de nuevas compañías aéreas, el impulso económico que supuso para toda la región la ubicación en Zaragoza de la Exposición Internacional de 2008 y el desarrollo del transporte de mercancías por vía aérea, han hecho que el futuro de este aeropuerto pueda verse con optimismo, gracias al apoyo y a la apuesta de Aena por esta infraestructura, así como por el impulso que todas las autoridades y los ciudadanos de esta comunidad le prestan como importante motor económico de toda la región.
El libro recoge toda una historia plagada de imágenes entrañables y datos interesantes que, sin duda, resultará de gran interés no solo para los amantes de la aviación, sino también para todos los zaragozanos, ya que finalmente constituye una crónica de su propio devenir desde principios del pasado siglo a la actualidad.