En febrero de 1522, Íñigo sale de la casa-torre de los Loyola en Azpeitia y sube montañas y sigue caminos ribereños a lo largo de casi 700 km hasta llegar a Manresa, donde permanece durante casi un año. A lo largo del Camino madurará en él una profunda y radical transformación. Ese mismo Camino es el que hoy se ofrece en esta guía a los peregrinos del siglo XXI.
Esta guía responde a la necesidad de los hombres y mujeres en búsqueda personal. Los peregrinos son los que construyen las peregrinaciones y esta guía se pone al servicio de todos. El Camino Ignaciano acaba de comenzar, pero nace con la vocación de perdurar en los siglos venideros. Con toda seguridad, el peregrino de hoy no se sentirá defraudado.