Uno de los ejes principales en los que se sustenta esta obra es la presencia y función de la familia en el día a día de la escuela. Nunca se podrá llegar a buen fin sin una adecuada participación e implicación de la familia como un miembro más de la comunidad educativa. La familia puede y debe participar en el gobierno, en el diseño, desarrollo y evaluación del currículo, en la relación del centro con el entorno y, en definitiva, en la vida comunitaria escolar. Otro de los ejes en los que se profundiza es la presencia de alumnos y alumnas inmigrantes en la escuela. Se trata de una situación novedosa a la que se ha tenido que dar respuesta de forma apremiante. No es fácil adaptarse y hacer frente a unas exigencias para las que muchos docentes no están formados.