A lo largo de estas páginas exponemos si debemos definir al budismo como religión o como un simple «ateísmo», fijándonos, especialmente, en la rama del Mahâyana y su creencia en el bodhisattva Amida.
Asimismo, explicamos si su mística se basa en un «misticismo puro», o si, por el contrario, deja espacio para un Dios transcendente y personal.
Descubrimos, también, por qué el gran teólogo Henri de Lubac asevera que debemos dar gracias por la persona de Buda y por su influencia en la historia de la civilización y de la salvación. Y por qué afirma que, después del cristianismo, el budismo es el acontecimiento espiritual más grande de la historia.