En Desde la vida dañada Jordi Maiso muestra cómo el pensamiento de Adorno aspira a mantener vivo el impulso emancipador en una realidad histórica marcada por el fascismo, Auschwitz, el desvanecimiento del horizonte revolucionario y la emergencia del capitalismo avanzado y la industria cultural. Su diagnóstico sobre los peligros de una «normalidad» social que sigue albergando potenciales regresivos y autoritarios ha preservado una inquietante vigencia. Jordi Maiso nos muestra, de la mano de Adorno, que en la experiencia del daño está en juego el que la crítica no claudique, que la vida –aunque dañada– pueda seguir ofreciendo resistencia.