Este volumen cubre seis décadas de cuentos fantásticos argentinos. Se trata de uno de los períodos más ricos del género, con una pléyade de autores de alto valor estético (y también, lo que no siempre es lo mismo, de mucha originalidad). El siglo XIX tuvo numerosos exponentes destacables, pero nuestra literatura estaba en un período de formación y las condiciones históricas y económicas no eran las más favorables: sólo cabe especular cómo se hubiera desarrollado la obra de un Eduardo Ladislao Holmberg, de una Raimunda Torres y Quiroga o de un Carlos Monsalve si hubieran podido dedicarse de modo continuo a las letras. Por otra parte, la segunda mitad del siglo XX está dominada por la influencia de Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Julio Cortázar, que generaron una visibilidad tan elevada del género fantástico, que llevó a que se lo considerase la modalidad literaria natural de la Argentina. En medio, está la primera mitad del siglo XX, el período del que se ocupará el presente libro. Se caracteriza por la maduración de las líneas de la literatura fantástica que habían germinado en el siglo XIX y por una gran cantidad de propuestas individuales y originales, muy alejadas de la relativa estandarización que se apreciará posteriormente a raíz de la hegemonía delos mencionados maestros del género. El presente volumen, junto con el que también publicamos hace un par de años, Cuentos fantásticos argentinos del siglo XIX, así como el completísimo e interesante ensayo La literatura fantástica argentina en el siglo XIX, forman un tríptico imprescindible sobre una literatura muy poco conocida en España pero que vale la pena conocer.