Tras los dramáticos sucesos que pusieron a Aníbal al frente de los ejércitos cartagineses, la tensa pausa del invierno se ha instalado en Ispania. Todos saben que esa tregua durará lo que tarde en llegar la primavera. Aníbal toma las riendas de los territorios conquistados por Amílcar y Asdrúbal y prepara sus nuevas campañas, empujado por una ambición sin límites. Al mismo tiempo vigila los movimientos de sus enemigos en Roma, en la propia Cartago y, sobre todo, en el interior de Ispania. Comprende que todas sus aspiraciones dependen de su capacidad de doblegar a la coalición de pueblos íberos que le hace frente. La rebeldía de ólcades y oretanos es, además de una amenaza militar, una ofensa a la reputación de Cartago y al honor de la familia Barca que no puede seguir tolerando.
Tras el éxito de El heredero de Tartessos y El cáliz de Melqart, Arturo Gonzalo Aizpiri lleva a los lectores a aquel momento vertiginoso en que Aníbal Barca, comandando a los cartagineses en la península Ibérica con un talento militar, una audacia y un carisma personal sin parangón desde Alejandro Magno, se dispuso a cambiar para siempre el curso de la Historia. La cólera de Aníbal pone el esperado broche final a la Trilogía de Aníbal, una epopeya que ha cautivado ya a millares de lectores. Y lo hace con uno de esos relatos memorables donde los grandes hechos militares no impiden prestar atención a personajes que, con su incondicional humanidad, nos invitan a acompañarlos. Y que se empeñan en permanecer con nosotros tras la última página.