En el año 209 a.C., mientras en Italia el gran Aníbal imponía su genio batalla tras batalla a Roma, un joven desconocido al que la Historia honraría con el sobrenombre de #el Africano# consiguió una de las hazañas más espectaculares de todos los tiempos conquistando la hasta entonces inexpugnable Carthago Nova (nuestra Cartagena) y trasladando la balanza de la Segunda Guerra Púnica a España.