Víctor Botas (Oviedo, 1945-1994) se licenció en Derecho y, tras ejercer fugazmente la abogacía y la docencia, se dedicó a sus negocios y buscó refugio en la creación literaria. Poeta tardío, se dio a conocer con Las cosas que me acechan (1979), de marcada ascendencia borgiana, al que seguirían Prosopon (1980), Historia antigua (1987) y Retórica (1992). Lo fundamental de su obra poética se recogió en el volumen Poesía. 1979-1992 (1994). Ya póstumas aparecieron Las rosas de Babilonia (1994) y dos ediciones de su poesía completa: Poesía (1999) y Poesía completa (2012), todas ellas al cuidado de José Luis García Martín. Además de poeta sobrio, intenso y emocionado, fue Botas un gran recreador de poemas ajenos, un humorista de la estirpe de Marcial y también un excelente narrador.
Cuando Botas publica su primer primer libro, tenía ya treinta y tres años. Pero antes de llegar a reconocer su propia voz, había escrito numerosos poemas que nunca publicaría. Algunos de esos poemas estaban lejos de ser meros ejercicios de iniciación. Guardados celosamente en una carpeta, y fechados entre 1976 y 1978, cerca de trescientos poemas permanecieron a la espera de que su autor les diera una nueva oportunidad, la que por desgracia la fortuna no le concedió a él mismo. José Luis García Martín ha seleccionado ahora medio centenar de esos textos inéditos. Habla en ellos Víctor Botas de los mismos temas que encontramos en el resto de sus libros: el mundo romano, su familia, los viajes, la cotidianidad y la desesperanza de un vivir para la muerte. Carta a un amigo y otros poemas previos no forma parte de su obra canónica, pero en absoluto la desmerece. Por eso no debe faltar en la biblioteca de ninguno de sus admiradores. Aquí está el poeta en sus comienzos y también el hombre, que nos abre algunas parcelas de su intimidad luego veladas cuidadosamente.