La desaparición de José Antonio Labordeta reavivó el deseo de miles de aragoneses de que el himno popular de Aragón, su Canto a la Libertad, fuese reconocido oficialmente como tal. Cien entidades y casi veinticino mil aragoneses han hecho posible en solo tres meses que ese deseo se plasme en una Iniciativa Legislativa Popular ante las Cortes de Aragón. Este libro recoge la historia de una movilización popular aragonesista, pacífica, silenciosa, sentida, festiva y sin precedentes en la historia que ha reforzado aún más este deseo común en el subconsciente colectivo aragonés.