Vitrinas, el libro que presentamos ahora, es la primera manifestación de Lucio Macario y su albacea Antonio Montal, y ofrece unas peculiaridades que lo hacen insólito. Por una parte, es un libro que responde a un compromiso con la Historia tan directo hasta el punto de convertirse en el eje que compone y vehicula la trama principal, eje que no es otro que el insoportable drama de los refugiados que estamos presenciando desde hace ya mucho tiempo. La otra peculiaridad es su doble vertiente, poética y gráfica. El autor invoca como referencias de ésta su primera incursión directa en lo visual a artistas como Duchamp, Beuys o Kiefer. Con una laboriosidad, en absoluto ajena al trabajo alquímico, Lucio Macario ha elaborado sus vitrinas "con el objetivo de poner en contacto elementos materiales para que de su relación surja un impacto semejante al del poema". El resultado es por igual original y portador de una alta carga emotiva. Como una promesa para el futuro nos queda la magna obra narrativa que Lucio Macario estaba ultimando en su apartamento de Via della Vetrina cuando le sorprendió la ¿muerte?, y que de nuevo Antonio Montal (crítico apócrifo empeñado en sacar a la luz la obra narrativa de seis autores a los que llama LOS INVISIBLES) se está encargando de preparar para la imprenta. Se trata de la trilogía Adenda a los discursos practicables, en torno a un pintor apócrifo aragonés que recibe en Roma la visita del pintor y teórico zaragozano Jusepe Martínez.