Comenzamos un nuevo ciclo litúrgico que nos ayudará a recorrer los caminos de Jesús de la mano del Evangelio de Mateo. Al pensar en iniciar un ciclo litúrgico podríamos caer en la tentación de considerar que estamos ante una repetición mecánica temporal. Sin embargo, en cada ciclo litúrgico que recorremos existencialmente tras las huellas de Jesús de Nazaret no volvemos al mismo punto del que partimos, sino que recorremos una vuelta de hélice que nos va permitiendo ascender, crecer, e ir configurándonos con Cristo, sus valores y su gran proyecto, el Reino de Dios. Como seguidores de Jesús de Nazaret hemos sido llamados a vivir los valores del Reino y a anunciarlo con gestos y palabras, haciendo presente en la vida de la gente su fuerza humanizadora y salvadora. Es por ello que, el grupo de trabajo de este nuevo ciclo de guiones, coordinado por Mariela Martínez Higueras, nos subrayan una dimensión de esta vocación a través de una campaña. La de este año (2016-2017), dentro de la trianual -Ama y Vive la Justicia- (2014-2017), nos recuerda, que hemos sido -llamados a ser comunidad-. Iniciar un ciclo litúrgico nuevo, y en el que vivimos la alegría de estrenar, de partir de cero con todo lo que conlleva de dinámica liberadora, es una gran oportunidad para pararnos e interrogarnos como estamos viviendo este -llamados a ser comunidad- en nuestras mismas comunidades cristianas.