Aina acaba de ser abandonada por su pareja. Laia y Óscar la quieren animar para que aproveche la oportunidad y haga realidad
los deseos que había aparcado: Escribir. Traerán a cenar a Marcos. Él es el poeta capaz de enamorar a cualquiera con unos
breves versos. Pero a Marcos no le van a satisfacer las conversaciones banales ni los frívolos momentos de distensión. Marcos
desea algo más. Aina, Laia y Óscar son más frágiles de lo que creen, sus vidas penden de un hilo, se ahogan en la duda, algo
que Marcos no va a desaprovechar.