Esta novela no fue publicada hasta 80 años después de la muerte de su autor, en 1980. Una trama trágica que arrastra al lector y le absorbe desde la primera página. La maestría de Eça le permite a la vez transmitir un retrato eficaz y una crítica feroz de aquella sociedad y acercarnos a cuestiones permanentes, que mantienen inquieto al lector de hoy de principio a fin.