En épocas de precariedad, de incomunicación, de distancias entre el yo, el tú y el nosotros, la poesía necesita restaurar el perdido sentimiento de unidad, hacer compatible la analogía y la lucidez, la libertad y el sentido de pertenencia. De ese impulso nace la poesía de Joaquín Araújo, eso busca con sensibilidad extrema La sonata del bosque, un libro en el que se unen meditación y sentimiento para buscar las metáforas y las huellas de la vida. En el bosque hay pasos que no se ven. Son pasos que no se pierden. La sonata del bosque propone una sabiduría del sentir.