No creas, lector amigo,
que son los romances éstos,
fruto de la inteligencia
de un poeta de altos vuelos.
Mejor que estrofas pomposas
encontrarás en mis versos
el estilo y la cadencia
de esos romances de ciego,
propios para ser cantados
al son de un pobre instrumento,
en las humildes plazuelas
de aldeas y lugarejos.
Supongo que tú sabrás
dispensar mi atrevimiento,
si te digo la intención
que he tenido al componerlos.
No ha sido el afán de lucro,
ni el desmesurado anhelo
de ver en letras de molde
los romances que te ofrezco,
y que tal vez pienses tú,
que ni escribirse debieron.
Pero yo, que soy un pobre,
y además de pobre, viejo,
sólo les puedo ofrecer
a aquellos hermanos nuestros,
que están en todos los frentes
defendiendo con denuedo
la libertad y la vida
de este desdichado pueblo,
sólo puedo ofrecer, digo,
estos cantos callejeros,
que aún siendo malos, yo sé
el fervor que he puesto en ellos
Juanonus