Luis Paret y Alcázar (1746-1799), conocido tradicionalmente como el representante más destacado delnRococó francés en España y como tal postergado en nuestra historia del arte del siglo XVIII, fue sinnembargo un artista estilísticamente versátil e inusualmente culto, dotado de una fuerza inventivanprodigiosa y una técnica excelente. Desde los inicios de su carrera se reveló asimismo como unnpenetrante observador de la sociedad de su tiempo y abordó temas entonces de actualidad, al tiemponque desarrolló nuevas fórmulas compositivas en todos los géneros que cultivó. En varios de estosnaspectos puede equipararse con Francisco de Goya, nacido en el mismo año y considerado como uno denlos grandes iniciadores de la modernidad, si bien Paret, al contrario que él, vio truncada muyntempranamente su carrera en la corte. Cuando comenzaba a hacerse un hueco en el panorama artísticonmadrileño y como pintor del infante don Luis, hermano de Carlos III, su supuesta complicidad en losnamoríos de aquel