Este libro aborda el proceso de construcción de una identidad europea ligada a la evolución de la consideración de las comunidades extranjeras y del trato que se les ha otorgado. Con este objetivo se introduce, desde una perspectiva histórica, antropológica y sociológica en las diversas concepciones sobre el «otro» –es decir, los naturales de otros estados del viejo continente–, en la nacionalidad como elemento instrumentalizado en las leyes y tratados internacionales, así como en los mecanismos de inclusión y exclusión étnico-religiosos que pudieron haber influido
decisivamente en la elaboración de esa posible identidad favoreciéndola, dificultándola o, en su caso, impidiendo su constitución. En este contexto se han examinado determinadas diferencias y similitudes observadas en los diversos territorios que formaron parte de la Corona Española; principalmente españoles, americanos y norteafricanos.
Asimismo, en esta obra se puede apreciar la identificación de ciertas líneas de continuidad respecto a las raíces históricas de la identidad europea actual como instrumento para entender sus bases intelectuales, políticas y sociales en la época presente; al mismo tiempo, se pone de manifiesto la paradoja de la coexistencia de un esfuerzo por la formación de una conciencia europea en un continente donde la mayoría de sus habitantes se consideran extranjeros entre sí.