El 9 de abril de 2024 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos se incorporaba a una tendencia creciente en el plano internacional, como es la de la litigación climática. El Juez de Estrasburgo no era ni mucho menos el primero que se aproximaba a ese fenómeno en el plano internacional, pero las particularidades de un marco tan complejo como el sistema de protección internacional de los derechos humanos puesto en marcha por la Convención de Roma de 1959, imponen una serie de premisas que distinguen, en diversos planos, la aproximación que desde Estrasburgo pueda hacerse a esta realidad respecto de otras que provengan tanto del plano interno de los Estados como de otros órganos internacionales.