Este libro quiere ser una epopeya lírica insólita y
luminosa, donde poesía, pensamiento y narración se
entrelazan para ofrecer una lectura nueva,
hondamente humana y, a la vez, espiritualmente
audaz, del relato bíblico de los orígenes. Con la voz de
un anciano «testigo presencial», el libro recorre, en
cuatro cantos y un interludio, los instantes
fundacionales de la luz, del hombre y de la historia,
desplegando un imaginario vivo e irónico que invita a
pensar y a sonreír, a detenerse y a admirar. Antolín
Iglesias Páramo combina en sus páginas la delicadeza
del poeta con la lucidez del narrador para recrear, con
libertad creadora plena, no exenta de reverencia, el
gesto divino que inaugura el mundo. El resultado es un
relato de aliento mítico y resonancias contemporáneas,