En 1944, en plena Segunda Guerra Mundial, meses antes del Desembarco de Normandía, la Oficina de Servicios Estratégicos de Estados Unidos preparó este <i>Manual de campo de sabotaje sencillo</i> –según su denominación completa– para informar a los ciudadanos de cómo realizar actos de sabotaje bajo determinadas circunstancias y convertirlos, así, en «saboteadores». Dichos actos, considerados patrióticos en este contexto, iban esencialmente encaminados a la defensa del país en caso de ocupación a manos de un enemigo invasor. Desclasificado por la CIA en 2012, esta edición presenta traducido al castellano un documento insólito de enorme valor histórico.