La vieja Topo Guadalupe ha perdido su querido tesoro. Ella lo había escondido en un lugar seguro, una pequeña y elegante
madriguera, pero ahora ha desaparecido. Remueve cielo y tierra por todo el jardín, busca entre las flores de la Abeja Teresa, le pregunta al Escarabajo Gustavo después de atropellarlo por la prisa, pero su tesoro sigue sin aparecer. Entre tanto, Duendecillo Membrillo, que sabía de lo sucedido por boca de la misma Guadalupe, decide cavar en la tierra, hasta que... sí, encontró el tesoro de su amiga la topo, pero, ¿se trataba realmente de un tesoro tan preciado?