Este documento es una viva invitación y una lúcida clarificación, además, y no menos importante, es un excelente itinerario pedagógico. Es un libro práctico para poder compartir en comunidad, para hacer discernimiento sobre nuestras vidas, para valorar nuestra acción caritativa. Nos abre con suma facilidad esferas de la realidad ignotas o poco transitadas en nuestro compromiso cotidiano y nos sirven de guía para ejercer la Caridad a la luz de la verdad (Benedicto XVI).
Espiritualidad viene de espíritu. Y hablar de espíritu es hablar de ánimo, aliento, valor, energía, fuerza. Según esto, hablar de espiritualidad de la acción caritativa y social es hablar de lo que anima, alienta, da fuerza y energía a nuestra acción caritativa y social. En este sentido cabe hablar de muchas y diferentes espiritualidades, inspiradas en diversos patrimonios culturales, morales y espirituales.
Pero espiritualidad en sentido cristiano significa algo más. Hablar de espiritualidad significa reconocer que el Espíritu es el que nos mueve a amar a los hermanos y el que nos anima, alienta, orienta, da fuerza y abre perspectivas y posibilidades nuevas en el servicio del amor, en el servicio de la caridad.
La reflexión sobre la espiritualidad que aquí se ofrece avive en nosotros la experiencia del Espíritu que nos habita, y contribuya a que la acción caritativa y social nos ayude a crecer en santidad, en vida vivida en el Espíritu puesta gratuitamente al servicio de los demás.